La goma xántica es un polisacárido que se utiliza ampliamente en la industria alimentaria y de productos farmacéuticos, así como en la cosmética y la agricultura. Su origen se remonta a la fermentación de un tipo de bacteria llamada *Xanthomonas campestris*, que se encuentra comúnmente en diversas plantas y en el suelo.

La goma xántica se caracteriza por su capacidad para espesar y estabilizar líquidos, lo que la convierte en un ingrediente muy valorado en la formulación de alimentos. En la industria alimentaria, es común encontrarla en productos como salsas, aderezos, helados y comidas congeladas, donde ayuda a mejorar la textura y a prevenir la separación de ingredientes. También es utilizada en alternativas a productos lácteos, ya que proporciona una sensación cremosa y espesa sin la necesidad de ingredientes lácteos.

Además de su uso en la alimentación, la goma xántica tiene aplicaciones en la farmacéutica, donde se utiliza como un excipiente en la formulación de medicamentos, facilitando la absorción y liberación controlada de activos. En cosmética, se emplea en cremas y lociones para mejorar la viscosidad y la textura de los productos.

La goma xántica no solo es apreciada por sus propiedades funcionales, sino también por su perfil de seguridad. Es considerada un aditivo alimentario seguro y es generalmente reconocida como tal (GRAS, por sus siglas en inglés) por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos. Esto la convierte en una opción popular para aquellos que buscan ingredientes naturales en su alimentación.

En resumen, la goma xántica es un producto derivado de la fermentación de la bacteria *Xanthomonas campestris*, utilizado en diversas industrias gracias a sus propiedades como espesante y estabilizante. Su origen natural y su versatilidad la han consolidado como un ingrediente esencial en la formulación de muchos productos que consumimos a diario.